jueves, 26 de mayo de 2016

Sin nombre

¿qué está pasando que no pasa nada?
frente al río
es el atardecer y el agua se ve negra
y se confunde con el cielo ennegrecido también
las luces de los cruceros comienzan a molestar en el horizonte
desestabilizando la armonía en la oscuridad naciente
/quiero ir hacia el otro lado
quiero cruzar una frontera que me escinda
y ascender y descender hasta deformarme
y no ver nunca más
no oir nunca más
no llevar el aire de un lugar a otro
ni pronunciarme en el espacio como si realmente algo importara
/es la hora en que las águilas que no existen siguen sin existir
es la hora en que las próximas pesadillas
comienzan a producir con lo que hay
es la hora en que damos por realizado lo que pudimos
hacer en el día y nos amargamos en consecuencia
/es esta época la que se lleva consigo
el ideal de las demás
mientras nosotros frente al río oscuro, ennegrecido
pensamos en despojar de forma al pensamiento
para vaciar los restos de algún vacío
que no acertamos a nombrar
pero que trágicamente sospechamos:
lleva nuestro nombre.

crecer hasta morir

tomar las medidas del deseo

darnos cuenta que no cabe en esta vida.

martes, 29 de marzo de 2016

pre-meditación

En espíritu medito
en mareas peligrosas
me sublevo
Hoy por hoy toco, hasta el fin de los tiempos,
mi frente,
mido la fiebre
que se evapora como
rocío dulce de mandrágoras
entro en mí
deshabito mi cuerpo
sólo para pensarlo
salgo
me alejo y todo es pequeño
como los días de ayer
/aurora es mañana
otro color sin historia
oro nuevo, plata rica y envejecida
(nueva también)
 y la tierra nunca debió ceder
su silencio ni tampoco su bronce
por lo que devuelvo mi elemento
encendido, ardiente
devuelvo el canto superfluo
propio y convincente,
recorro los once picos polarizando
volcanes y chacras
vaciándome hasta llenarme otra vez en
las siete selvas
descansando en cardúmenes y
despertando jaguar,
aljibe, ánfora,
clavel del aire.

por fin, con las manos
distribuyo sangre borravina hasta
colmar mis ojeras
y romper en llanto.

luego,
me explico.





domingo, 17 de enero de 2016

club de ciegos

club de ciegos
adorada sombra
silencio mitigador
vean esto que soy, o que somos,
 y escuchen el canto
del fuego.

no duerman.
los ojos ya no cierran ni abren
pero está el sol, el ocaso
y las ratas muertas.
no duerman.

 hay un perro que me sigue,
 que dice con su voz
cosas sin importancia
 a las que nada respondo.

 sombra ciega
club de la soledad
 me enfermo pero sigo andando
 tras mi hueso fugitivo
hacia el páramo
donde me encontrarán
 en la hora final.

silencio adorado
ciegos marchantes
 hablen de esto que digo con insistencia;
yo, por mi parte,
pospondré el después
 para cuando todos podamos
 con la más grande acción conjunta:

 la vida plena.