lunes, 23 de febrero de 2009

backup mal intencionado

No estoy seguro de mis confusiones.
Primero pensarte todos los días; luego
café en el aeroparque y cámara estenopéica.
No. Falla la cronología.
Lo seguro: tu voz martillando “no te enamores”. Pesadillas.
Un beso que se estiró demasiado pero quedó corto.
Cafeína y Parisiennes.
Vestido al aire y cintura en muda.
Enfrentar el viento caminando de espaldas en Uruguay o Mar del Plata.
-Lágrimas de Chopin sobre baladas y preludios- 
Un autoatentado contra el arte. (Tu mejor arma)
También las sensaciones: yo me como a Dios con cucharita y vos
bebes su sangre, si total 
todos lo saben 
y se burlan en la mesa.
Quisieras enfermarme pero no es necesario decirlo.
Mejor dejémonos llevar,
mejor engañemos a todos y digamos
que vamos a comprometernos pronto.
Mejor caminemos 
que vamos a llegar tarde mi amor. Que es más lindo si
nos llevan a pasear de la mano 
por San Petersburgo o en un vagón de lujo del transiberiano.
¿Qué es esta sensación que se parece al amor?
Si, ya sé, no me dejás.
Y ahora que debo cuidarme
quiero darte basurales con cuervos en cualquier
momento. Quiero mirar tus ojos
a través de Robert Frank. Enseñarte palabras inútiles.
Curar las injusticias sociales,
la superficialidad 
la falta de pensamiento crítico.
Tocar el botón que te captura
Inmortalizar este fin de verano hasta el fin de las cosas.
pero ¿Me darás esa ventaja sobre el mundo?