domingo, 5 de febrero de 2012

como mil aguas que hacia un mar corren/
tengo hoy aquí
que se me van las lágrimas
por canales de cursos desconocidos sin continuidad
por no dejar vencer al tiempo
y darle algunos respiros de ventaja
y miradas hacia el cielo
buscando algo
que no se encuentra ni siquiera en la galaxia más amplia
entre tanto qué demonios/
me pregunto
qué demonios andan rondando esta casa
para dejarla tan vacía
así espesa y mortuoria
invadida por suficiente soledad/
donde me adentro
y juego a esquivar todo pensamiento
hasta quedarme sin espacio
-el aire es azul pero parece carnívoro cuando milagrosamente anochece
empiezo a pensar
que alguien tuvo malas intenciones
castigos de animales hambrientos
que desafortunadamente no logran devorarme
porque en este momento
en las mil quinientas horas de un solo día
nadie sabe cómo me siento
y el reloj de la cocina bate latidos a cada segundo
estropeando el silencio que le había ganado
a mi tormenta.

otro pedazo de infinito seguirá siendo el día
pienso sin escaparle al raciocinio

me dejo estar en esta casa
como si a la tierra le faltaran dos o tres habitantes.