jueves, 12 de julio de 2012

buscando una simplificación


se conocen ya demasiados monstruos
demasiadas sombras han sido proyectadas
amor mío, ¿quién dijo
que estamos solos?
si evocamos todos los amaneceres
cada vez que despertamos
si es verdad que:
la tierra temblando,
la atmósfera consumida y exhalada,
los gritos directos hacia el horizonte,
una superficie de plumas reposando,
tientan al futuro; nos burlaremos pues,
de los tristes,
de los ciegos,
de los inaccesibles,
y aquí estaremos
para que nos adormezca la primera muerte
con su acunamiento hostil;
aquí estaremos
siempre despertando,
siempre despertando,
siempre despertando,
aquí estaremos desnaturalizados
vos y yo
con la complicidad y constancia
de lo que ha de existir para siempre,
con la mente distante,
algunas cosas para contar
y la tranquilidad de haber hecho
poco más de lo que se nos exigió al nacer.