lunes, 8 de noviembre de 2010

mañana

cuando eras el espejo de mi dormir
yo soñaba con dientes en luciérnagas
esperando un amanecer maravilloso
en torno a las luces solares del día
sin saber que del otro lado del tiempo
se arrastraba un cuervo inmortal
con la seguridad de quien conoce
                                             el desenlace



pero nunca teníamos nada
siempre estaba presente el pasado
como un cuchillo sangrante

nunca tuvimos nada
sólo un espejo
y no era más que mío.

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